Tener el curriculum perfecto es imprescindible para buscar empleo, pero lo curioso es que nos encontramos con que muchas personas no se saben vender aunque, objetivamente, tienen elementos interesantes.
En este artículo, explicamos cómo conseguir que los caza talentos, encargados de reclutar personal altamente cualificado, se fijen en un determinado currículum.
¿Qué es un caza talentos?
Se le llama caza talentos, al profesional encargado de rastrear distintos perfiles profesionales que contribuyan a generar valor en la empresa. El vocablo en inglés es headhunter y puede, o no, trabajar en exclusiva para una empresa.
La principal diferencia con un responsable de recursos humanos de una empresa, está en que, si en el primer caso es el trabajador aspirante el que se pone en contacto con la compañía, aquí será el headhunter el que busque candidatos. Si hiciésemos un símil futbolístico, este perfil sería similar al del ojeador, pues el objetivo es que la empresa para la que trabaja pueda ganar una ventaja competitiva gracias a la incorporación de capital humano altamente cualificado.
Ahora bien, este mundo tiene una serie de reglas que hay que conocer para evitar problemas y llevarse un chasco por no saber hacer las cosas bien.
Cómo posicionarse mejor en el mercado laboral
Tener el curriculum perfecto implica varias cuestiones, no solo de índole profesional, que se presuponen. No obstante, ser o no más atractivo en el mercado laboral tiene mucho de branding porque, al final, el aspirante construye su marca desde varios ángulos y, en consecuencia, tiene que posicionarse.
También es fundamental, para conseguir una oferta de empleo jugosa, tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1. El networking es imprescindible porque los contactos se hacen de esta manera. Conocer gente es imprescindible para abrir nuevos horizontes laborales, ya sea a corto o medio plazo. Por lo tanto, conviene ir a aquellos eventos relacionados con el puesto de trabajo al que se aspire y relacionarse. Es especialmente importante no ser elitista porque, en ocasiones, las referencias pueden venir desde donde menos se espera.
2. Existe un cierto debate acerca de la utilidad de las redes sociales, sobre todo porque algunas pueden ser incluso contraproducentes para la imagen de un aspirante, sobre todo si son públicas. Sin embargo, un uso inteligente de redes como LinkedIn es recomendable y, de hecho, los caza talentos de varias empresas punteras realizan una búsqueda en la red para ver qué candidatos se ajustan a sus necesidades.
3. Por supuesto, conviene tener la certeza de que el caza talentos lo es verdaderamente y no es un aventurero, porque eso supondría un problema para la reputación profesional de la persona que busca mejorar. Como principio general, el aspirante no ha de tener problema en reclamar alguna referencia fiable antes de dejar su currículum profesional; el networking es una buena opción para distinguir el grano de la paja.
4. Una vez que el caza talentos se haya puesto en contacto con un aspirante, este ha de saber responder en un plazo razonable, ni muy rápido ni demasiado tarde (un día es lo razonable). Por otra parte, en la entrevista informal conviene que la persona sea lo más natural posible para evitar desconfianza y, sobre todo, adaptarse a los códigos no escritos que imperan en cada profesión.
Conclusión
El curriculum perfecto es aquel que, además de tener buenas referencias profesionales, sabe venderse, ni más ni menos; existen muchas personas con un gran currículum pero con trabajos mediocres. Por lo tanto, estas pautas tienen que servir para hacer branding, en el que la marca es el aspirante, y así conseguir ese trabajo anhelado o tener más posibilidades de obtenerlo.