Quien tiene un cliente tiene un tesoro, y quien sabe retenerlo tiene su beneficio asegurado por mucho tiempo. Las empresas invierten muchos esfuerzos en captar clientes nuevos, tener una gran cartera y aumentar cada vez más su volumen. Pero lo más importante no es esa ambición, que también es buena, si no saber fidelizarlos para retenerlos en el tiempo y contar con su confianza durante mucho tiempo.
Conseguir un cliente siempre va a suponer un mayor esfuerzo y un mayor coste que si lo retenemos. Por ello, todas nuestras acciones deben ir enfocadas a cuidar ese cliente que ya tenemos y que debe contar con nuestros productos o servicios en más de una ocasión, si queremos rentabilizar nuestra cartera.
Para ello, son muchos los aspectos a tener en cuenta si queremos retener a los clientes y consolidar una relación en el tiempo.
¿Cómo retener a los clientes?
Para empezar, nuestro cliente no puede ser cautivo, debe tener la posibilidad de conocer a nuestra competencia. Es nuestra labor conseguir ser la primera opción del cliente, diferenciándonos, dándole la mayor calidad, lo que necesita en cada momento y sobre todo, sabiendo siempre cuales son las necesidades que tiene en cada momento. La competencia es buena, nos ayuda a mejorar, transformarnos y tener un punto de referencia para estar en constante evolución.
Debemos darle al cliente lo que necesita, de ello dependerá nuestro éxito. Si sabemos analizar sus necesidades podremos ser capaces de estar en el momento en el que surja esa necesidad y ser los primeros en elegirnos. Por ello, debemos estar no sólo cerca del cliente, sino que debemos preguntarle periódicamente (sin cansarlo) que necesidades nuevas tiene.
Actualmente y gracias a que el mercado está en continuo cambio, los clientes están cada vez más informados, son más infieles y tienen una mayor oferta, exigen más cosas por menos dinero. Antes los clientes exigían calidad a un precio razonable, ahora, exigen esa misma calidad a un precio más bajo. Debemos ofrecer servicios de calidad y que valoren nuestro esfuerzo y trabajo, sin olvidar que debemos mimar al cliente ofreciendo de vez en cuando elementos que no espere y, por supuesto, sin coste alguno para él. Manuales gratuitos, muestras gratuitas, descuentos y un largo etcétera, esa es una manera de incentivar a los clientes de una forma sencilla y asequible.
Por otro lado el famoso dicho de “renovarse o morir”… y así es, o cambias o te cambian. Si no te pones las pilas, siempre habrá un robot al que se las pondrán por ti y eso es totalmente cierto. Los negocios que sobreviven no son los mejores, ni los primeros en llegar, sino, los que mejor saben adaptarse a las circunstancias del momento. Por ello es fundamental evolucionar, estar despierto, aprender, cambiar y ofrecer cosas nuevas. Una empresa que ofrece los mismos productos o servicios durante 10 años debe evolucionar y adaptarse a la sociedad, al mercado y a sus clientes, si no, cerrará mucho antes de lo que piensa.
Y un factor muy importante a tener en cuenta si queremos tener clientes satisfechos y permanentes en nuestro negocio es: nuestro equipo . Las personas que forman parte de las empresas son la cara visible de la compañía, las personas que están mano a mano con el cliente, las personas que ofrecen la mejor cara de los servicios o productos que venden y en definitiva, el eslabón más importante en esta cadena de crecimiento.
Tener al mejor equipo es fundamental si queremos tener éxito. Para ser bueno en algo, tienes que rodearte de los mejores, de esa forma conseguirás el éxito. Por ello y para tener a las mejores personas, hace falta cuidar a ese cliente interno de las empresas.
Al final una empresa es la suma de cada una de las personas que la forman y el cliente, en muchas ocasiones nos elegirá por esa persona, que le da confianza, le atiende y le presta el servicio.
Si quieres tener un equipo o ser ese profesional que marque la diferencia y retenga a sus clientes gracias a su buen trabajo, en nuestro curso de venta consultiva a empresas encontrarás todo lo necesario para conseguirlo.