El término Branding proviene de la raíz germánica Bran que significa marcar al fuego, por tanto, se podría definir como las características de los bienes o productos que dejan marca en la mente de los consumidores, que los impresiona y llama la atención.
Se trata de un proceso bidireccional entre productor y consumidor, ya que ambos intervienen en el proceso de creación. Es el resultado de un proceso de realización y posicionamiento de productos, servicios, personas o ideas que se reflejan a través de una marca corporativa.
Es muy importante conseguir el máximo valor de marca y que sea lo más consolidada posible ya que esta será lo que perdurará para siempre, los equipos cambian, las personas van y vienen pero la marca siempre perdura.
Niveles del Branding
El branding se puede aplicar sobre diversas categorías, en función del ámbito de actuación:
- Branding personal: se trata de crear una marca personas y promoción propia, se emplea de forma individual y se potencia a través del entorno digital, concretamente mediante redes sociales.
- Branding corporativo: es el que realizan como tal las empresas y compañías, es el más recurrente y aporta múltiples beneficios.
- Employer branding: este es un nevo concepto a partir de las nuevas teorías que afirman que los empleados son la base fundamental de las empresas y que poseen una gran importancia, por tanto, se trata de potenciar la imagen de los trabajadores de la empresa y su promoción.
Proceso de creación de marca
1. Observar la situación actual
En un primer momento hay que tener en cuenta tanto la situación interna de la empresa como la del entorno para así poder ofrecer un producto o servicio centrado en las necesidades del cliente. Este proceso es muy importante ya que es el punto de partida inicial para crear tu marca y la base donde se sostendrá el resto de los procesos. Seria conveniente utilizar herramientas como el análisis PESTEL para observar los factores que afectan a la empresa.
2. Determinar una posición futura favorable
Tras analizar la situación hay que visualizar los planes de futuro de la empresa, es decir, a dónde se pretende llegar y qué resultados se pretenden alcanzar. Hay que realizar estudios y análisis de previsiones para determinar qué recursos son necesarios y cual es el provecho que vamos a obtener de estos.
3. Aplicar una estrategia y comenzar con el proceso creativo
Una vez realizada la previsión, se diseña la estrategia que llevará a cabo la empresa, así como la actividad creativa de diseñar la marca.
4. Observar los resultados obtenidos
Realizar un análisis sobre el impacto de la marca, y contrastarlo con las expectativas previamente determinadas. Si los resultados no son favorables se tendrá que realizar de nuevo el proceso ya que posiblemente alguna de las previsiones habrá fallado y se deberá restaurar el error buscando soluciones.
Co-Branding
A raíz del término co-working que consiste en trabajar en equipo aparece el término co-branding mediante el cual las empresas realizan sinergias con otras para beneficiarse mutuamente.
Muchos de los métodos tradicionales de promoción están obsoletos o son muy costosos para aplicarlos una sola empresa por lo es necesario cooperar para ganar y conseguir ventajas competitivas. Esta práctica se emplea cada vez más ya que existen numerosos beneficios para las partes que intervienen (win-win), entre los cuales se encuentran:
- Entrada en nuevos mercados
- Llegar a nuevos clientes: gracias a esta practica las empresas integrantes pueden adquirir la clientela de las marcas colaboradoras.
- Ahorrar costes: ya que estos se comparten entre las empresas que forman la alianza.
- Se incrementa la confianza respecto a la competencia.
- Reducir los riesgos de lanzamiento a la hora de comercia
Dentro de la alianza siempre existe la marca anfitriona o primaria y la marca secundaria. Algunos ejemplos de empresas que se han aliado para crear un producto o servicio conjunto son Milka (primaria) y Oreo (secundaria) o Nike(primaria) y Apple (secundaria).
Emoción y efecto WOW
Hoy en día en el mundo de las ventas lo más importante es conseguir llamar la atención del cliente, conseguir a venta, que este se sienta satisfecho y sobre todo que repita el proceso más veces.
Para conseguir esto no solo tenemos que conformarnos con satisfacer las necesidades básicas, sino que también hay que tratar de emocionare, sorprenderle y así conseguir el efecto wow.
El efecto wow surge de la búsqueda de la excelencia se trata de una reacción del cliente cuando se siente realmente sorprendido y asombrado. Esta práctica se puede potenciar mediante la promoción relacional y el customer experience, no se trata de vender un producto o servicio sino de provocar un sentimiento o una experiencia que realmente recuerde el consumidor.
Por tanto, la marca corporativa debe transmitir unos valores y unas sensaciones que el cliente además comparta y se sienta reflejado.
Beneficios de aplicar el branding en tu empresa
Los lazos y relaciones estables entre empresa y cliente se consiguen cuando comparten los mismos valores. Este es uno de los principales beneficios que obtienen las empresas cuando aplican Branding y otras estrategias de marcas fuertes.
Compartir los valores con el cliente conseguirá afianzar y reforzar la relación, consiguiendo así que nos elijan frente al resto de competidores así se consigue posicionar la marca y sobresalir.
Además, mediante esta práctica se obtienen resultados no solo a corto plazo, sino que también estos se mantienen en el medio y largo plazo ya que las relaciones son cada vez más estables.
Sirve como hilo conductor de toda la empresa que se emplea en las estrategias de promoción, tanto interna como externa y le aporta coherencia.
Finalmente, la marca se puede emplear en todo tipo de plataformas y soportes ya sea en el entorno online como offline.
Inés Machín
Redactora Comunidad Comercial